Por lo tanto, Sareb se trata de un startup de gestión de activos problemáticos, o lo que internacionalmente se conoce como Bad Bank (banco malo). Es decir, una sociedad a la que las entidades financieras y bancos le transfieren sus activos tóxicos.
Uno puede pensar que Sareb se trata de una carga para la economía del conjunto de la sociedad, pero, en realidad, se trata de todo lo contrario. Para que comprendáis su excelente labor os emplazo a que disfrutéis del vídeo adjunto, donde, de mano de sus empleados, conoceréis como Sared ha ayudado y continúa ayudando a superar la llamada crisis del ladrillo.
La primera inversión de Sareb fue endeudarse y comprar los activos problemáticos generados por la burbuja inmobiliaria, es decir, todas aquellas viviendas que los bancos no podían vender y aquellos préstamos a los que los promotores no podían hacer frente. Sareb recibió en su cartera 200.000 préstamos e inmuebles por un valor total de 50.781 millones de euros.
Después de endeudada, el reto al que se enfrenta es gestionar y liquidar estos activos, teniendo como fecha límite el año 2027, momento en el que deberá desaparecer como empresa.
En estos primeros 5 años de funcionamiento (#5AñosSareb), con rigor, profesionalidad y una clara responsabilidad social, ha conseguido liquidar casi el 30% de su cartera, aportando 23.250 millones al PIB español (un 0,4% del total) y ha ayudado a generar más de 35.000 empleos.
Estamos seguros de que el éxito evidente de Sareb, tiene mucho que ver con el perfil de sus empleados, que han sabido generar confianza en sus clientes, accionistas y, como no, la parte de la sociedad española que los conoce.
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