
Por otro lado, si la cantidad a invertir supera los 100.000 euros por titular, conviene distribuir este dinero entre distintos bancos para quedar cubierto por el Fondo de Garantía de Depósitos. Además, hay que estar atento a las condiciones de las cuentas, pues transcurridos unos meses, el tipo de interés ofrecido puede cambiar sensiblemente.
En el momento en que los tipos de interés vuelvan a estar por debajo de los de largo plazo, aproximadamente un 4 por ciento medio anual, deberemos cambiar a la estrategia de inversión habitual. Esta estrategia consiste en invertir el dinero que se tiene previsto utilizar antes de cinco años en productos de renta fija a corto plazo; por ejemplo, aquel dinero que pensemos utilizar durante el año en curso, deberemos invertirlo en cuentas bancarias de alta remuneración. Las rentas del segundo y tercer año se pueden generar mediante depósitos a plazo fijo de esa duración y, para los años posteriores, podremos invertir en fondos monetarios o letras del Tesoro. Obviamente deberemos elegir la opción más rentable según se desee o no retirar el dinero.
El dinero que no se necesite en los primeros cinco años podremos invertirlo en un producto de renta fija a largo plazo como un Plan de Jubilación de alta rentabilidad. Si el plazo aumenta a más de diez años, podríamos pensar en invertir parte del dinero en acciones a través de un buen fondo español de inversión que estime una rentabilidad de alrededor del 8,5 por ciento anual.
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