Pertenecer a una comunidad de propietarios implica tener el deber de contribuir a costear los gastos que dicha comunidad tiene que afrontar. Muchos de estos gastos están sujetos a la controversia y cualquiera que haya tenido que asistir a una reunión de vecinos ha oído alguna vez quejas del tipo: ¿por qué tengo que pagar algo que no voy a utilizar nunca?
Lo que tenemos que tener claro es que las zonas comunes del inmueble y el edificio en general deben conservarse y mantenerse para que reúnan las condiciones básicas de accesibilidad, habitabilidad y seguridad.