Las fórmulas de coches en renting se están imponiendo, cada vez más rápidamente, entre los trabajadores por cuenta propia. Y es que las ventajas son cada vez mayores a medida que aumenta la demanda de este tipo de servicios y, consecuentemente, la competencia entre las compañías que los ofertan. Pero, ¿qué debe saber un autónomo sobre el renting flexible y el renting tradicional? ¿Cuáles son las diferencias y cuándo nos puede convenir más una u otra fórmula?
El renting ofrece, como primera baza, comodidad al trabajador autónomo. Pagando una cuota mensual nos podemos olvidar de las preocupaciones relacionadas con el mantenimiento del vehículo, así como de los papeleos que conllevan los seguros o las tasas. En el formato tradicional de renting, se paga dicha cuota en concepto de alquiler de un coche (o coches, si necesitamos una flota) durante un tiempo pactado por contrato, generalmente cuatro años, o por una cantidad de kilómetros determinada.