
La
Ley de Servicios de Pago que entró en vigor el 4 de diciembre de 2009, establece una serie de medidas que pretenden mejorar la legislación de los pagos con tarjeta, las domiciliaciones bancarias y las transferencias entre cuentas. La ley introduce mejoras pero también abre la puerta a los bancos y entidades financieras para que
los consumidores tengamos que pagar más comisiones. Todos sabemos que las operaciones de pago más corrientes siempre han conllevado gastos, siendo los comerciantes los que asumían el coste de los pagos mediante tarjeta, el emisor de los recibos el de las domiciliaciones, y el ordenante el de las transferencias. Ahora, la Ley de Servicios de Pago insiste en el criterio de
gastos compartidos, permitiendo que bancos y entidades financieras pidan comisiones por operaciones que antes solían ser gratuitas. Además, también se permite que los propios comerciantes puedan cobrar suplementos o realizar operaciones de descuento según el medio de pago que decidamos utilizar al pagar nuestras compras.
No obstante, desde este blog de créditos y préstamos os queremos indicar que la
Ley de Servicios de Pago, no sólo puede traer inconvenientes a los consumidores, sino que también las mejoras introducidas son importantes.