A pesar de haber pasado lo peor de la pandemia, las proyecciones del Banco de España estipulan una rebaja en la estimación de la economía para el 2022. Esto se debería en parte a las consecuencias de las restricciones de Covid, y a las tensiones generadas por la invasión a Ucrania.
El recorte se sitúa en un PIB al 4,1%, cuatro décimas menos que las anteriores estimaciones. Sin embargo, la parte más significativa del mensaje hace referencia a la inflación subyacente: no incluye la volatilidad de alimentos perecederos ni la energía, y se podría colocar al 3,2%.
Lo bueno es que significa una reducción considerable si tomamos en cuenta que el dato publicado en mayo es cercano al 5%. De todas formas, el panorama no tiene una mejora significativa.
Un futuro prometedor según el Banco de España
A pesar de que el Banco Central Europeo haya declarado su preocupación sobre la inflación a nivel mundial, el Banco de España se mantiene con un mensaje positivo sobre el tema. Afirma que deberíamos estar relativamente cerca del fin de la subida de precios, la cual debería pausarse un poco en los próximos trimestres.
Se debe a que estima que la mayoría de los costes de producción ya se han visto reflejado en la venta de los productos. Además, asume que las demandas salariales van a responder de forma moderada al repunte inflacionista. De esta manera, se debería evitar la retroalimentación entre el aumento de salarios y los precios finales.
Los grandes trazos apuntan a un alza en la inflación prevista en el promedio de 2022, diferente a lo que se había estimado en el reporte trimestral anterior. Para el 2023 será el mismo caso, pero en menor medida: la estimación subyacente para 2022 pasa del 2,8% al 3,2%, mientras que la del 2023 pasa del 1,8% al 2,2%.
A pesar de que el escenario sea ligeramente peor que lo estimado en el anterior trimestre, supone una mejora significativa respecto a las últimas cifras publicadas por el INE, las cuales rondan una inflación interanual cerca del 5%.
Los economistas atribuyen el alza de la inflación subyacente a la sorpresa que supuso la intensidad del repunte de precios, junto con la delicada situación geopolítica en Ucrania y en China. Por suerte, ambos organismos están de acuerdo en que los precios deberían moderarse para el fin de este año.
Actualmente, el panorama es ideal para aquellos que deben calcular un crédito, debido a que los intereses son considerablemente menores que los números esperados para la inflación. Sin embargo, todavía no se ha hablado sobre las predicciones para el año 2024.
El impacto del tope del gas
El Gobierno es entusiasta en cuanto a las medidas para limitar el precio de la energía: defiende que debería recortar la inflación hasta en un punto porcentual en España. Además, quiere reducir el impacto de otras formas como la entrega de un bono social eléctrico para ayudar a pagar la factura.
Por otro lado, el Banco de España está de acuerdo parcialmente. Subraya que el efecto se diluirá a lo largo de 2023, además de que el impacto para 2022 será más bien del 0,5%.
Hay que recordar que puede haber efectos indirectos para la inflación. Los convenios colectivos firmados en el país recogen un aumento moderado del incremento salarial de hasta 2,4%, frente al 1,5% del año anterior. A pesar de ayudar a romper el ciclo inflacionario, es una cifra muy por debajo del crecimiento de los precios.
Siendo el gas uno de los motivos principales de la subida de precios, los mismos deberían tender a estabilizarse con la implementación de medidas relacionadas.
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