No debes extrañarte si, después de llevar mucho tiempo funcionando con un banco determinado, algunas de sus condiciones y garantías cambian de repente. Lo bueno es que, seguramente, encontrarás muchos otros que te ofrecen una gran cantidad de ventajas y oportunidades, momento en el cual es probable que te surja la siguiente pregunta: ¿debo cambiar de banco?
Como en inversión y financiación sabemos que cada vez son más las personas que se plantean la posibilidad de cambiar de banco, hemos decidido escribir este artículo indicando los pasos fundamentales que deberemos seguir a la hora de movernos a otro banco, así como toda una serie de consejos y recomendaciones.
Lo primero que debemos tener claro es que los bancos ofrecen muchas oportunidades y muy buenas condiciones a los clientes que deciden abrir una cuenta corriente o depósito nuevo con ellos. Sin embargo, estas condiciones iniciales, que nos hicieron tomar la decisión de poner nuestro dinero en dicho banco, pueden cambiar, y esto se debe a que los bancos, en muchos casos, se toman la libertad cambiarlas sin realmente poder hacerlo.
Por ejemplo, en el caso de los depósitos a término fijo, en los cuales el banco nos ofrece inicialmente determinadas garantías y condiciones iniciales, todas pactadas en un contrato firmado por ambas partes, debemos saber que estas no pueden ser modificadas, a excepción de que exista un acuerdo entre las partes que así lo permita.
Por lo tanto, debemos leer claramente las condiciones cualquier contrato que firmemos con el banco, para estar seguros de que los aspectos fundamentales del mismo, como la tasa de interés pactada, no puedan ser cambiados hasta que el contrato caduque. También es importante tener en cuenta las condiciones de cancelación y renovación del contrato. En este sentido debemos saber que, si en el contrato no se especifican las condiciones de renovación y nosotros no le comunicamos a la entidad financiera que no queremos renovarlo, el banco puede proceder a su renovación automática, aplicando la tasa de interés que se presente en el momento, sin importar si ésta es más baja que la inicialmente pactada.
Si este tipo de situaciones nos han sucedido alguna vez, tenemos tan sólo dos opciones, la primera de ellas es negociar con la entidad para tratar de mantener las condiciones iniciales bajo las cuales contratamos los servicios. Si esto no es posible, te queda una segunda opción, cambiar de banco y de esta manera seguir evitando la perdida de contraprestaciones que antes teníamos aseguradas.
Pasos para cambiar de banco
Se decidimos cambiar de banco estos son los pasos que deberemos seguir:
- Abrir una nueva cuenta y asegúrarnos de que ésta opere correctamente, gestionando en ella nuestra nómina u otros ingresos periódicos que tengamos y asegurándonos de que podemos gestionar correctamente a través de ella cada una de nuestras áreas comerciales para no tener posteriores problemas.
- Cambiar todas las domiciliaciones de los recibos que gestionábamos en la cuenta anterior. No debemos dejar pasar por alto ningún documento por menos frecuente o importante que nos parezca, todos son importantes puesto que cualquier dato erróneo puede generar importantes inconvenientes. Nosotros mismos podemos hacernos cargo de este cambio, aunque muchas veces nuestro nuevo banco nos podrá ayudar con este tipo de modificaciones.
- Verificar que todos nuestros recibos son cargados de forma adecuada a nuestra nueva cuenta.
- Anular nuestra tarjeta débito anterior, siendo conveniente acudir personalmente a una sucursal de nuestro anterior banco, procediendo a su cancelación y entregando la tarjeta debidamente inutilizada.
- Asegurarnos de que no nos quede ningún pago por realizar y que no tengamos ningún ingreso pendiente antes de cancelar definitivamente la cuenta antigua.
Por otro lado, antes de tomar la decisión de cambiar de banco, es imprescindible conocer que algunos productos financieros como tarjetas de crédito, depósitos a largo plazo, fondos de inversión o préstamos hipotecarios, entre otros, requieren mantener una cuenta vinculada a dichos productos, por lo que en tal caso no podremos cancelar la cuenta asociada a dichos servicios. Si nos encontramos en esta situación, siempre podremos solicitar que no nos sean cobradas las comisiones por mantenimiento de dicha cuenta y, si la entidad no tiene en cuenta nuestra petición, tendremos la posibilidad de acudir al defensor del cliente de la misma entidad.
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