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miércoles, 21 de septiembre de 2016

¿Valen la pena los minicréditos rápidos o son una amenaza para nuestro bolsillo?

El cierre del grifo del crédito por parte de los bancos durante los últimos años, que ha limitado considerablemente el acceso a la financiación a gran parte de los consumidores de a pie, ha propiciado el surgimiento de un mercado alternativo al margen de la banca.

Minicrédito rápido

En este nuevo espacio han desembarcado, entre otras, las empresas de minipréstamos especializadas en la concesión de préstamos de bajo importe –no suelen superar los mil euros- que además son aprobados a muy corto plazo –alrededor de un mes-.

Gracias a esta fuente de financiación, se pueden conseguir créditos rápidos de bajo importe a través de Internet en cuestión de minutos. Importes reducidos y velocidad, dos conceptos tradicionalmente ajenos a la banca. Solo los préstamos preconcedidos, que únicamente están disponibles para un grupo selecto de clientes, y las tarjetas de crédito, pueden competir en estos términos, pero requieren que el consumidor sea cliente previo del banco, señalan desde el comparador de créditos rápidos HelpMyCash.com, un portal especializado en ofrecer al consumidor las herramientas necesarias para que pueda comparar en minutos y gratis los mejores productos financieros del mercado.

Además de la velocidad de concesión, otra de las ventajas de los minicréditos online es que están abiertos a un gran abanico de clientes, como, por ejemplo, a los clientes en ASNEF, un perfil tradicionalmente vetado en la banca.

Más caros que los préstamos bancarios


A pesar de lo novedoso de este nuevo mercado de préstamos, la fama que ha acompañado a este tipo de establecimientos crediticios no ha sido la mejor. No han ayudado las tasas anuales equivalente de más de tres cifras que tienen los minicréditos online. Pero, ¿son tan caros como parecen?

No hay duda de que a nivel porcentual son considerablemente más caros que los préstamos bancarios, sin embargo, su filosofía es distinta: en primer lugar ofrecen velocidad, un servicio que tiene un coste, y, en segundo lugar, al ser a tan corto plazo las cuotas resultan asequibles. De hecho, la TAE, que sí es útil para comprar préstamos de importe elevado como los que comercializan los bancos, no resulta adecuada para evaluar el coste de un minicrédito, ya que es una medida que calcula el coste efectivo de un préstamo a un año, mientras que los minicréditos solo suelen tenerse durante un mes. Así, aunque las TAE parezcan desorbitadas, la media para un minipréstamo de 100 euros a 30 días es de 30 euros.

¿En qué situaciones son útiles?


Desde el comparador HelpMyCash.com señalan que los minicréditos pueden ser una opción a tener en cuenta cuando se requiere un extra de liquidez de bajo importe para financiar una situación puntual en la que hay mucha prisa. Nunca como método de financiación habitual. Además, debemos ser conscientes de que se tendrán que devolver al mes siguiente, por lo que antes de solicitarlos habrá que planificar que realmente se podrán reembolsar. Situaciones como evitar un descubierto, pagar una multa o resolver una avería están típicamente asociadas a la utilización de este tipo de préstamos “mini”.

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