Nadie está exento de posibles urgencias económicas, eso es normal. Probablemente se te ha presentado algún problema que debas resolver con prontitud con dinero, y has tenido que pedir prestado a tus amigos o familiares. O incluso puede que te hayas peleado con el banco para resolver el problema acaecido, y es bien sabido que pedir un crédito en el banco es algo bastante tedioso y lento si es algo que requieres para ya mismo.
Sabiendo que pueden ocurrir percances, lo óptimo es que tengas algunos ahorros destinados a emergencias. Éste fondo debe ser diferente al que elijas para las metas personales. Un 5% de tus ingresos mensuales dará buenos resultados.
Si bien no dispones de este ahorro y el problema te pilló desprevenido, no es necesario que llames a todos tus conocidos para pedirles dinero. Debes saber que existen los llamados préstamos online rápidos, que pueden ofrecerte liquidez de inmediato. En unos minutos tendrás el dinero en tu cuenta bancaria, sin prácticamente ningún requisito.
Lo que debes tener en cuenta es seguir una buena planificación financiera para pagar la deuda a tiempo. Para que lo logres, es bueno que te asesores debidamente para conseguir seguir una estrategia efectiva y cumplir con los plazos. Algo importante que no debes olvidar: el monto que vayas a pedir que solo sea lo justo para salir de la urgencia monetaria surgida.
Sin embargo, a pesar de que existe esta opción para emergencias, no es lo más recomendable si quieres llevar una vida financiera responsable. Puedes aprovechar estos préstamos para invertir y capitalizarte, financiar un negocio, educarte vía Internet, o cualquier cosa que te resulte productiva.
Este tipo de préstamos, al no tener que ver con instituciones bancarias tradicionales, tienen la ventaja de no que nadie te va a exigir una justificación exhaustiva del motivo por el que necesitas ese dinero. Eso significa que podrás hacer uso de esa liquidez para tu beneficio financiero de una forma inteligente.
Esta crisis puede servirte de mucha ayuda si tienes idea de realizar alguna inversión que te pueda resultar rentable. Simplemente debes pedir un poco más del dinero del que requieres para afrontar la situación problemática que se te presenta. Es una apuesta un poco arriesgada, pero si te asesoras bien, puedes tener éxito.
Debes recordar que toda inversión tiene un riesgo y que, mientras más alto sea, mayores serán las posibles ganancias. Las inversiones que más convienen son aquellas que tienen un bajo riesgo, un retorno a corto plazo y cuya rentabilidad, aunque no sea muy alta, sea suficiente para nuestras pretensiones. Es necesario que midas bien esta posibilidad y todas las implicaciones que hay detrás.
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